miércoles, septiembre 27, 2006

Nada y así sea

Pido perdón a Petirrojo por usurpar por una única vez, lo prometo, sus funciones como crítica literaria. Pero digamos que es una ocasión especial debido a las circunstancias.
Hace unos días me he enterado, con cierto retraso, de la muerte de la polémica y conocida periodista y escritora italiana Oriana Fallaci. Por eso quería aprovechar para recomendar algunos de sus libros, en especial dos de ellos, que en su momento me impresionaron bastante.

Uno de ellos es "Entrevista con la historia", una recopilación de incisivas entrevistas hechas en los años 70 a personajes que en el momento eran protagonistas principales de la política mundial, nombres como Kissinger, Yasser Arafat, Willi Brandt y el rey Hussein de Jordania entre otros. Una obra interesante para conocer a estos personajes, importante en su momento, algunos incluso en nuestros días, que jugaron un papel decisivo para la historia. Con sus preguntas, y los comentarios con los que los acompaña, deja al descubierto la personalidad de todos sus entrevistados, a los que no hace ninguna concesión.

El siguiente libro, uno de mis favoritos en su momento, y posiblemente su mejor obra es "Un hombre", en el que novela la vida del que fuera su pareja, Alexandros Panagulis, lider de la restistencia griega contra la dictadura de los coroneles, muerto en sospechosas circunstancias. Seguramente la mejor forma de describir este libro, que de verdad , recomiendo a todos porque es maravilloso y terrible a la vez, sea las hermosas palabras que su autora le dedicó:

"Un libro sobre la soledad del individuo que rechaza ser catalogado, esquematizado, encasillado por las modas, las ideologías, las sociedades y el Poder. Un libro sobre la tragedia del poeta que no quiere ser y no es hombre de masa, instrumento de quienes mandan, prometen y asustan, sean de derechas, izquierdas, de centro, de extrema derecha o de extrema izquierda o de extremo centro. Un libro sobre el héroe que lucha solo por la libertad la verdad sin rendirse nunca, y que por eso muere a manos de todos: de los amos y de los siervos, de los violentos y de los indiferentes·"

Sit tibi terra levis, Oriana.

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