Y mira que iba avisando, que si un día se caía un servidor, que si otro día se iba la luz un rato, que si otro día más resultaba que lo que no había era internet... Y es que claro, tanto va el cantaro a la fuente, que al final se pega el tortazo contra el suelo. :-)
mi móvil.)
Algo así sucedió ayer en el Palomar. Bueno, en el Palomar y en todo lo que le rodea. Si es que es lo que tiene el clima de estos lares, y la propia idiosincrasia del entorno. Que cuando llueve mucho, pasan dos cosas: Salen los caracoles, y la instalación dice que hasta aqui hemos llegao...
Claro, como no somos mucho de caracoles, pues nos preocupamos más por lo otro...
El jueves se presentaba tranquilo, teñido de ese gris melancólico color panza de burro en el cielo, un poco de sueño, un mucho de ganas de fin de semana... Pero la borna que se incendió en el cajetín de la luz tenía otros planes. Y esos planes pasaban por dejar todo el centro sin luz, internet, ascensor.. Incluso (si, a tanto llegó la cosa) tuvimos que desenchufar la máquina de las coca-colas!
Ah, pero los miembros del palomar (los que van quedando) son/somos gente apañada y rumbosa, y no llegó la sangre al río. :-) Al final, como casi siempre, caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuése y no hubo nada.
(Las fotos son un poquillo malas, ya lo sé, pero es que me pilló sin más medios que
3 comentarios:
Cualquier día de estos teneis que salir volando del palomar ardiendo
Eso, tú a mantener la estadística del país... el pobre hombre ahí subido y tú mirando, y encima sacándole una foto... jijiji
Y era mucha más estadística, porque junto a mi estaba el encargado del ayuntamiento, el compañero del "alpinista", y los 2 ó 3 vecinos que bajaban a por el pan en ese momento... Si es lo que tiene este país, que nos gusta más cotillear que a un tonto un boli de colores. Jijiji.
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