lunes, enero 15, 2007

Una cosa decirte me permito...

A veces la cartelera te sorprende con alguna película. Y esto lo dice un palomo que no va mucho al cine (lo de los asientos VIP no va conmigo).
Sin embargo, este fin de semana pasado, disfruté de una película fantástica, de esas que si las ves en el cine lo gozas como un gorrino en un maizal. Os cuento...

Happy Feet

Antes de ver

Happy Feet se desarrolla en un lugar de la Antártica. En la tierra de los pingüinos Emperadores, donde cada uno de ellos necesita una canción para atraer a su alma gemela, nace un pingüino que no sabe cantar. Nuestro héroe Mumble, hijo de Memphis y Norma Jean, es el peor cantante del mundo... por otro lado este pingüino resulta ser un genial bailarín de claque!

Después de ver

Punto primero. La calidad técnica de la película es espectacular. Los entornos están muy bien desarrollados, las escenas bajo el agua, son nítidas, fluidas, y muy creibles. Los personajes están genialmente recreados. Sólo por esto, merecería la pena echarle un ojo a la peli.


Pero es que hay más... La historia es tierna sin ser ñoña. Los personajes principales están perfectamente definidos, con personalidades entrañables. Y luego tenemos a Ramón. Si veis la película, creo que estaréis de acuerdo en que solo por Ramón, merece la pena la peli. Al igual que otros personajes (se me ocurre por ejemplo El Gato con Botas, de Sherk 2) Ramón da un contrapunto maravilloso al protagonista, y deja frases geniales ("Una cosa decirte me permito..").

Desfilan por la cinta personajes sencillamente delirantes, como El Doctor Amor, que acompañan al pequeño pingüino de un lado para otro.

Por último, la banda sonora merece un comentario aparte. Aunque la película tiene estructura casi casi de musical, afortunadamente no lo es. Sin embargo, la música tiene un lugar destacadísimo en la cinta. Y la selección de canciones es fantástica. Y también es una gozada comprobar porque Hugh Jackman (si, Lobezno) se ganaba perfectamente la vida haciendo musicales en teatro, escucharlo cantar con Nicole Kidman (la diferencia entre Nicole y Penélope, entre otras muchas, es que la primera TAMBIEN canta, y a la segunda tiene que doblarla Estrella Morente), o esa versión de Robin Williams de "My way".

En definitiva, una peli de lo más recomendable. Así que venga, rascaros un poquillo el bolsillo, e id al cine. Merece la pena verla a lo grande.

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