viernes, diciembre 01, 2006

El tigre y la nieve

Bueno, pues aprovechando que Lechuza no está, me lanzo a la crítica cinematográfica. La última película que he descubierto (nada de cine, en casita) ha sido "El tigre y la nieve".

Antes de verla:

Attilio es un poeta y profesor universitario de poesía en la Universidad para Extranjeros de Roma. Estamos en el año 2003; la guerra de Irak no ha empezado todavía, aunque se palpa en el ambiente su próximo comienzo. Attilio parece vivir completamente en su mundo, encerrado en su torre de marfil, donde sólo se oyen las sublimes voces de los poetas que más le gustan. Tiene cierta reputación literaria; ha publicado recientemente su última colección de poemas, El tigre y la nieve, que ha tenido una buena acogida tanto de la crítica como por parte de los lectores de poesía. Los acontecimientos cotidianos apenas hacen mella en él: de noche sólo sueña con una mujer con la que se desea casar. El nombre de la mujer es Vittoria y, en la vida real, ella, qué pena, no quiere saber nada de él. De hecho, ella se exaspera con las constantes atenciones de este hombre incurablemente alegre que nunca cesa de declarar su imperecedero amor por ella. Attilio la sigue a todas partes, la vigila, le promete amor eterno y se lanza a sus pies. Pero cuanto más le presiona, ella más se resiste. Vittoria también forma parte del mundillo literario: en este momento se encuentra escribiendo la biografía del poeta iraquí más importante de la actualidad, que ha vivido durante años en París y que está preparando su regreso a su hogar en Bagdad. Si estalla la guerra, a él le gustaría estar entre su gente. Vittoria y Attilio le conocen brevemente en Roma.

Después de verla:

Roberto Benigni vuelve a regalarnos una historia que trata, por encima de cualquier otra cosa, de amor. De amor, y de la lucha y de los obstáculos que deben sortearse (o atravesar) para alcanzarlo. El personaje de Attilio, igual que Guido en La vida es bella, se esfuerza en conseguir ver la vida a su manera, desde el convencimiento de que sólo así alcanzará sus sueños. Su vitalidad, su optimismo, es su arma y su secreto. Y quien podría convertirse en un bufón grotesco se torna en héroe, en triunfador sobre las circunstancias que lo azotan y derrumban su mundo. Si en La vida es bella, el protagonista lucha por librar a su hijo de los horrores de una guerra, en esta cinta el actor italiano despliega toda su capacidad, todos sus recursos, por alcanzar lo que no es sino la posibilidad de un amor futuro.

Junto a Benigni, Jean Reno (en el papel del poeta irakí), que aporta toda la seriedad y pragmatismo que le falta a aquel, como un moderno Sancho Panza y Nicoletta Braschi (Vittoria) completan un trío de lujo para una película que nos muestra historias que no salen en telediarios, pero que merecen mucho la pena.
Para terminar, la banda sonora, firmada por Nicola Piovani, es genial.

6 comentarios:

Petirrojo dijo...

Palomo, eres un crack, lo de los últimos comentarios ¡genial!, ahora ... ¡a por la nube de etiquetas!.

En cuanto a lo de la peli, a mi no me convence, me parece más de lo mismo. Como le funcionó la vida es bella, ha hecho otra igual.
Y en la vida es bella, no podía dejar de pensar si el niño era tonto ¿cómo no te puedes dar cuenta de lo que estaba sucediendo?
Pero es que Benigni es un Payasigni.

Palomo dijo...

Jijiji. Primero la palmadita, y luego tiras la piedra, eh?

Un Payasigni?? Uyuyuyuy...

En cuanto a que como la primera le funciona, hace otra igual... bueno, Almodovar lleva haciendo lo mismo desde hace un montón de años, y mira, ahí le tiene la crítica, endiosado.

Al menos las películas de Benigni hablan de sentimientos y de una forma distinta de enfrentarse a los problemas. E incluso, siendo un payaso, él es feliz buscando su propia felicidad. ¿Quién es el loco? ;)

P.D. ¿Qué coño son las nubes de etiquetas? Nosotros tenemos 6 etiquetas.. ¿Nos da para una nube?

Lechuza dijo...

Estoy con Peti, Benigni es un poco payaso, y no sé si intenta dar una visión de determinadas situaciones utilizando la risa para resaltar las partes dramáticas, o si por el contraio utiliza temas sensibles de manera comercial.
De todas formas, ten cuidado Palomo, de Benigni a Amelie hay solo un pequeño paso.
Entonces qué, empezamos la operación "Nubes de etiquetas"?

P.D. De todas formas, tomaré nota de la crítica y la añadiré a mis pelis para ver

Palomo dijo...

De Benigni a Amelie no hay un paso, hay casi 200.000! Comparar ambas estéticas es un poquillo forzado (por decirlo de alguna manera). ¿O es que todas las películas que te parezca que hablan de sentimientos, son como Amelie? ¿"Casablanca" también es como "Amelie"? ¿O "El hijo de la novia"? ¿"El mismo amor, la misma lluvia"? ¿"Cuándo menos te lo esperas"? Afortunadamente, no.

Todas películas que cuentan historias, de amor o de tristezas, de encuentros y desencuentros, y en las que ni la estética, ni la forma de contar la historia, ni siquiera la historia misma, se parece lo más mínimo.

Mientras que Guido o Attilio son personajes que enfocan su vida y sus actos buscando plasmar sus sentimientos en cada pequeño detalle, intentando contagiar de su alegría a quienes les rodean, y dando una oportunidad a su propia vida; "la francesa" simplemente se dedica a meterse donde no la llaman (por supuesto, siempre según mi modesta opinión).

Yo daba el debate por cerrado (sobre todo, después de leer tu crítica de Saw III), pero si quieres, lo volvemos a abrir. ;)

Boquerona dijo...

Aish... ¿pero habráse visto cosa más bonita que lo que hace este hombre por Vittoria? ¿Es una payasada buscarse la vida para ir a Irak, y arriesgar la propia para encontrar la medicina que le hace falta a ella para vivir? ¿No es fascinante que cuando le dicen que no la hay, se preocupe por cómo FABRICARLA? Y como se puede ver al final, no le importa no recuperarla, lo hace porque la quiere y punto.

Esta misma historia, contada por otro, habría sido un dramón del 15, pero Benigni nos enseña que todo es posible. Que vale, que eso en concreto no nos va a pasar a ninguno, pero esa filosofía de vida sí se puede trasladar a otras muchas cosas.

PD: Y dejad a Amélie descansar ya, por Dios! Jijiji ;-P

Palomo dijo...

Exactamente! Esa es la idea.. (ya sabía yo que podía contar contigo jiji).

Yo creo que es justo eso lo que que Benigni quiere transmitir. La lucha de no resignarse, de no rendirse ante lo que parece inevitable. Incluso, aún a sabiendas de que quizás no consiga nada a cambio.

En eso consiste la grandeza. Por eso la historia que plantea en esta película es diferente a "La vida es bella". Aunque parte de puntos similares (guerras, situaciones extreas...) las motivaciones de los personajes son distintos.

Sólo la filosofía de vida es la misma. La forma de enfrentarse a los problemas, el optimismo y la imaginación como arma.