martes, noviembre 21, 2006

Érase una vez...


Lo que diferencia a un buen escritor es que te puede contar la historia más absurda o la más simple y gastada del mundo y que en ningún momento seas consciente, es el caso del último libro de Vargas Llosa "Travesuras de la niña mala".

La novela cuenta la típica historia de "pelele" enamorado de "trepa" que le avandona una y otra vez por un marido más rico. Dicho así, no apetece para nada leerla, pero os aseguro que no os va a defraudar y que al final acabareis adorando a Ricardito (el pelele) , justificando y comprendiendo a la "peruanita" (la trepa) y cerrando el libro con pena porque se ha terminado un libro precioso.

P.D.: Libro perfecto para esos pajarracos que están dispuestos a venderse por "cuatro perras", pero ¿es todo tan bonito como lo pintan?. Lo cierto, es que la vida que lleva la peruanita de lujos y compras no es para nada envidiable, porque se fundamenta solo en el dinero y no estoy tan segura de que el dinero dé la felicidad.
A mi me da la sensación de que ella hubiera sido mucho más feliz al lado del pelele ...
O quizás sólo sea la idea romántica que nos han ido enseñando a lo largo de la historia, me contaban el otro día un cuento :

"Érase una niña que de mayor quería ser independiente, hizo amigos, estudió, se puso a trabajar y se compró un piso (toda una privilegiada), y fue feliz y comió lo que la dió la gana" Pero a nosotras nos cuentan el del Príncipe Azul y ¡así nos va!

A la "peruanita" la debieron contar el del "Príncipe rico que te soluciona la vida"
¿Cuál os contaban a vosotros, pajarracos?

2 comentarios:

Lechuza dijo...

En cierto modo el tema del libro está relacionado con aquella discusión sobre cual es el precio de la gente. La prota quiere una cosa, o la han condicionado para que desee una cosa, y no le importa el precio que tiene que pagar.
La verdad es que en principio el libro no me llamaba, pero después de esta reseña lo apuntaré en la lista.

Boquerona dijo...

Ay, Ricardito... por más huachaferías que le digas a la niña mala, no conseguirás que se quede a tu lado... Quererte, quizás; demostrártelo, nunca.

Lo que este libro explica muy, muy bien es la función del traductor e intérprete. No sé si Vargas Llosa se ha dedicado a ello, pero lo parece...