Bueno, pues viendo que nadie del sector femenino del palomar dice nada al respecto, me parece que me ha tocado a mi.
Os presento a Miss Cantabria. Se llama Elena Outeiriño y la verdad, yo estoy contento de que sea la representante de mi región. ¿Porque? Bueno, es mona, que es lo que se pide en este tipo de concursos. Y, además, no ha hecho trampas para ser elegida. La otra, esa que va de tele en tele contando al mundo sus penas, me parece que no va a conseguir lo que dice que quiere. Porque lo que no dice (popularidad a lo Belén Esteban) ya lo está consiguiendo. Y que toda una corte de políticos con muchas otras cosas que hacer y problemas de los que ocuparse, le den palmas.
Durante un par de días, la verdad es que tuve la sensación de que las cosas iban a volver a salir de la peor manera posible. Por eso hoy, al leer esto, la verdad es que me he alegrado.
No porque crea que las normas del certamen sean discriminantes o no. Eso es algo que el propio certamen debe tener en cuenta, sujeto a las normas que rijan ese tipo de cosas.
Estamos de acuerdo que ese tipo de normativas deben ser expuestas al público, porque es injusto que una miss no pueda ser madre, y un mister tener quintillizos. Si. Pero la otra, la que ahora anda de un lado para otro, lo sabía. Lo sabía cuando se presentó este año, y lo sabía los 3 años anteriores, en los que también participó.
Como también lo sabían todas aquellas participantes que, siendo madres, optaron por seguir las reglas (injustas o no) que rigen ese certamen.
Por eso, cuando leo que Miss España S.L, organizadora del concurso Miss Cantabria, reitera que no reintegrará la corona a la joven madre y no ha decidido todavía si sus servicios jurídicos emprenderán acciones legales pues, ¿qué quéreis que os diga? Que me alegro por Elena.
Este post es cortito a posta. Creo que en base a esta noticia, podemos tener un debate chulo. ¿Quién dispara primero? ;-)