De crímenes y misterios

Hace tiempo que tenía unas reseñas de libros listas para el blog. Pero ya sabeís lo que pasa, al final pasa el tiempo y las tareas se acumulan. Así que, antes de que se me olviden, voy a ponerlas en el blog juntitas.
Ambas novelas pertenecen al género negro, una esta escrita por una autora consagrada, la otra por un escritor más desconocido, al menos en España.


El primero es la última novela de Donna León, Libranos del mal. En su decimosexto caso, el comisario Brunetti tiene que averiugar que fué lo que motivó a tres carabineri a irrumpir en el apartameto de un pediatra, atacarle y llevarse a su pequeño hijo. Al mismo tiempo, el inspector Vianello descubre una estafa que implica a farmaceúticos y médicos de Venecia. Aunque tras la estafa hay algo más que dinero.

Al igual que en el resto de sus novelas, aunque en esta última no haya asesinato, Donna Leon aprovecha para sacar a la luz la corrupción y las contradicciones de la sociedad italiana, y occidental en general, planteando ademas dilemas que no son fáciles de resolver. En este caso, se centra en las adopciones ilegales y el tráfico de niños: ¿Qué hacer con los niños que son adoptados ilegalmente? ¿Apartarles de la única familia a la que han conocido para que vayan a centros de acogida? ¿Si se les permite permanecer con la familia adoptiva, no fomentará el tráfico de menores?. Ninguna tiene una respuesta sencilla.
Además, como siempre la autora consigue que el lector quede atrapado en la intriga desde la primera página. En fin, es un libro que se lee (más bien devora) en un periquete.


La segunda obra es La costa maldita, de Peter Temple. Después de un traumático incidente, el detective de homicidios Joe Cashin regresa a su pueblo natal, en la costa virgen australiana, para ponerse al frente de la comisaria local.
Su pacifica existencia se ve alterado por el brutal asesinato de un miembro destacado de la comunidad. Las sospechas del asesinato recaen sobre tres jóvenes aborígenes de la zona. Sin embargo las piezas no encajan. Poco a poco su investigación va desvelando un escalofriante entramado de mentiras, sobornos y abusos.

Se trata de una novela estupenda, que, aunque con un estilo un tanto pausado y lento al principio, consigue engancharte (a pesar de que a partir de cierto momento la trama se vuelve previsible). Además, cuenta con el atractivo de romper con la imagen que tiene de la Australia del sol y del surf, de koalas y canguros. Por el contrario, Peter Temple, muestra una realidad distinta del país, describiendo una sociedad rural muy distinta de las grandes ciudades, donde el racismo, la marginación, la violencia y el desempleo están a la orden del día.