miércoles, abril 18, 2007

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

Hace poco he releído un inteligente y divertido libro, librillo más bien, "Allegro ma non troppo", del historiador Carlo M. Cipolla. En realidad se trata de la recopilación de dos artículos humorísticos que parodian los estudios científicos. Al principio fueron circulando mediante copia privada hasta que , visto el éxito que tenían, el autor se decidió a publicarlos.

El primero de ellos "El papael de las especias (y d la pimienta en particular) en el desarrollo económico de la Edad Media" parodia , de forma desternillante, los estudios de historia social, tan de moda en la época (años setenta).

Pero el más divertido, sin duda, es el segundo artículo " Las leyes fundamentales de la estupidez humana". Imitando los estudios científicos procede a enunciar unas leyes "científicas" sobre la estupidez humana, con un resultado absolutamente hilarante. Aunque a veces la risa se corta cuando te das cuenta de que en el fondo es una verdad como un templo. Como muestra un botón.


Según Cipolla las leyes de la estupides son las siguiente:

Primera ley fundamental: Siempre e inevitablemente
cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan
por el mundo.


Segunda ley fundamental: La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

Tercera ley fundamental (ley de oro): Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obterner, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.

Cuarta ley fundamental: Las personas no estúpidas subestimas siempre el poder nocivo de las pesonas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, , y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

Quinta ley fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe.

Corolario de la quinta ley: El estúpido es más peligroso que el malvado.

Destaca también, dentro del artículo, el apartado dedicado a la estupidez y el poder, que desgraciadamente, como podemos apreciar cada vez que abrimos un periódico, no ha perdido validez. Como dice Cipolla:

"Entre los burócratas, generales, políticos y jefes de Estado se encuentra el más exquisito porcentaje E de individuos fundamentalmente estúpidos, cuya capacidad de hacer daño al prójimo ha sido (o es) peligrosamente potenciada por la posición de poder que han ocupado (u ocupan)"
Pues ahí queda eso.
En fin, si estos pequeños fragmentos os han gustado, divertido o intrigado, no dejeís de leer el libro. Además, seguro que termináis riendo a carcajadas. Y un poco de buen humor inteligente nunca está de más.

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